El pasado día 26 de enero, Standard & Poor’s (S&P) rebajó en un escalón el rating de Rusia, desde ‘BBB-‘ a ‘BB+’, lo que lo sitúa en la categoría de grado de especulación, conocida como ‘bono basura‘, debido al debilitamiento de la flexibilidad de su política monetaria y de sus perspectivas de crecimiento.
Según esta agencia hay una veintena de países que tienen esta calificación de bono basura: Portugal, Chipre, Grecia, Argentina, etc.
También otorga la máxima calificación a 10 países (AAA), tales como Alemania, Australia, Reino Unido o Suiza.
España se encuentra en la zona media, con una calificación de BBB, a 2 pasos de los bonos basura y con Estable; una calificación similar a la que les otorga las otras 2 agencias.