Hoy recogemos los salarios de los principales líderes internacionales para que cada lector saque sus propias conclusiones a este respecto.

La siguiente infografía ilustra con claridad la clasificación de los 10 líderes mundiales mejor pagados del mundo desarrollado y advertimos que España no aparece en la lista. Pedro Sánchez tiene que conformarse con un salario de 82.978 € en este 2019, tras beneficiarse de una subida en sus ingresos del 2,25 %. El récord en España se lo lleva el presidente catalán Quim Torra, con un salario de casi 147.000 €, que por poco no le sitúa dentro de esta clasificación mundial.

Cabe destacar que las cifras que se recogen en dicha infografía son en euros para facilitar su comprensión. Por este motivo, podría haber discrepancias entre el valor de lo que cobran en divisa local frente al euro. Por suerte para nosotros, gracias a la revolución que trajo consigo internet, no tenemos problemas para realizar las conversiones rápidamente. Los más mayores recordarán como hace apenas unas décadas el conocimiento de los mercados de divisas estaba vetado al público general. Ahora vivimos en un mundo en el que abrir una cuenta de Forex es algo que se puede llevar a cabo en un abrir y cerrar de ojos. Ha dejado de ser un terreno al que solo podían acceder los profesionales de las importaciones y las exportaciones o de la gran banca.

Por otra parte, es interesante analizar el caso de Australia. Scott Morrison percibe un salario de nada más y nada menos que 465.195 euros, el sueño de cualquier político profesional. El motivo de tal generosidad australiana es la creencia de que solo con una remuneración equivalente a la del sector privado para un cargo de gestión de gran responsabilidad pueden conseguirse los candidatos ideales para liderar una nación fuerte como la suya.

Sorprende también el caso de Donald Trump, que si bien tiene asignado un sueldo que asciende a 352.518 euros, ha optado por donarlo a diversas causas cada trimestre. Y es que con una fortuna valorada en 3100 millones de dólares parece que medio millón de dólares arriba o abajo tiene poco impacto en sus más que envidiables finanzas personales.

Con cada crisis, se plantea de nuevo la cuestión de si nuestros políticos merecen los salarios que perciben. Para los defensores de los estados limitados, la respuesta está bastante clara: los políticos cobran demasiado y lo único que hacen es empeorar el progreso económico. Si acaso, que trabajen por voluntad de servicio público sin esperar gran cosa a cambio, por mero fervor patriótico. Para los defensores de los estados fuertes, en cambio, resulta clave que los líderes políticos perciban salarios elevados, ya que lo contrario es abrir la puerta a la tentación de la corrupción y la desmotivación. Creen en el modelo corporativo de caza de talento aplicado al sector público: a mayor responsabilidad, mayor remuneración y reconocimiento. El debate está servido.