Standard & Poor’s ha rebajado la calificación crediticia a largo plazo de España en un escalón hasta a ‘AA-‘ con perspectiva negativa por el elevado desempleo, el débil crecimiento económico, la complicada situación financiera y el alto nivel de deuda del sector privado.
En los últimos días las agencias de rating han recortado la nota de España e Italia y han llevado a cabo rebajas masivas de la calificación de la banca española y también de la de Reino Unido.
La rebaja de S&P a España llega después de que esta agencia y Fitch dieran el martes la puntilla a la banca española.
Fitch, que hace una semana recortó la nota de la deuda de nuestro país dos escalones por el elevado déficit de las comunidades autónomas, recortó también el lunes el rating de las emisiones del FROB, la SEPI y Pymar, ya que sus emisiones están avaladas por el Estado español, al que había bajado la nota de la deuda española hasta ‘AA-‘. Esta agencia dejó la calificación de Italia en ‘A+’ con perspectiva negativa.
La otra gran agencia de calificación, Moody’s, ya dijo el pasado 3 de octubre que el dato del déficit de las autonomías en el primer semestre ponía de manifiesto su incapacidad para cumplir con los objetivos y avisó que esto era «negativo para el crédito». Moody’s opina que «el Gobierno central, como ya hizo el año pasado, tendrá que compensar los pobres resultados financieros de las regiones sobrepasando su propio objetivo de déficit para cumplir el límite del 6%».